Las paredes y el techo de la cocina están expuestos a la humareda y al aceite que salpica cuando cocinamos algo. Por ello, es muy normal que surjan manchas que no son fáciles de quitar, ni con la pintura de siempre. En esta ocasión vamos a precisar de una pintura especial: una pintura que aísle y que repela las manchas. Así, lograremos darle otro aspecto al techo y a las paredes de nuestra cocina.
En el artículo de esta semana vamos a ver cómo pintar el techo de la cocina:
Limpiar
En primer lugar, debemos eliminar la suciedad de la superficie con un trapo, agua y jabón.
Definir la zona a pintar
En segundo lugar, vamos a limitar la zona que vamos a pintar con cinta adhesiva protectora.
Pintar
A la hora de aplicar la pintura, vamos a empezar por las zonas más complicadas: los ángulos y todo el borde. Para ello usaremos una brocha. Una vez que hayamos terminado, ya podemos pintar el resto del techo con la ayuda de un rodillo.
Secar y volver a pintar
Después de haber aplicado la pintura, esperamos a que se seque. A continuación, volvemos a pintar de nuevo.
Secar de nuevo
Después de haber pintado y esperado a que se seque el techo, verás como ya no hay manchas y tiene un aspecto completamente diferente.
Hemos puesto el ejemplo de un techo blanquecino, por lo que basta con 2 aplicaciones de pintura. En el caso de que la zona tuviera otra tonalidad, echaremos en primer lugar la pintura especial que os comentábamos al principio y, luego, aplicaremos el tono que tenía el techo.
¿Qué tal te ha quedado el techo? ¡Seguro que muy bien! No nos pierdas de vista, cada semana más consejos.
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